Una joven suiza, en viaje turístico por Kenia, se enamora de un muchacho
masai. Es un amor súbito que la lleva a renunciar a lo que hasta
entonces había sido su vida: un negocio rentable en su patria, las
comodidades de un nivel alto. Rompe con todo y se queda a vivir en Kenia
en condiciones miserables, en una cabaña, con la gente de una tribu
masai con la que además no se puede comunicar. El relato se centra en la
insólita experiencia de la joven suiza. Todo es diferente en su nueva
vida, desde los hábitos diarios (limpieza, comida, comunicación, etc.)
hasta las formas de convivencia que corresponden a un mundo que en
algunos aspectos está aún en la prehistoria, y sólo en otros ha
asimilado formas superficiales de modernidad. La muchacha suiza trata de
adaptarse, pero tras cuatro años de esfuerzo tiene que renunciar.