Primer libro de la Bilogía de "Jamaica"
Una novela muy entretenida llena de descripciones de paisajes muy bien definidos como solo Sarah Lark sabe hacerlo, llegando al punto que sientes que las palmeras, las cascarillas y la caña de azucar, te rozan la piel. Además explica muy bien los detalles de la època como el tratado de esclavos y las pocas posibilidades que estos tenían de ser libres en un país como Jamaica. Me encantan las novelas de Sarah Lark.
La recomiendo.