Irlanda, 1846. Kathleen y Michael se aman y planean en secreto abandonar
su tierra natal, la humilde y hambrienta Irlanda, en busca de una vida
mejor en el Nuevo Mundo. Pero todos sus sueños se ven truncados cuando
Michael es condenado como rebelde y desterrado a Australia. Kathleen,
embarazada, se verá obligada a casarse con un comerciante de ganado y
emigrar con él a Nueva Zelanda. Entretanto, Michael, con la ayuda de la
audaz Lizzie, intentará escapar de la colonia penal para reencontrarse
con su primer amor.
Primer título de una nueva trilogía en la que Lark regresa al setting de
Nueva Zelanda, un acontecimiento editorial de primer nivel al ser el
marco con el que la autora ha seducido a más de siete millones de
lectores en todo el mundo.
Magistral recreación de la vida de aquellos irlandeses convictos que
colonizaron Australia, así como los avatares de los barcos de
presidiarios que se dirigían a las colonias penales de la Tierra de Van
Diemen, la actual Tasmania, sin perder el marco de la cultura maorí en
la Nueva Zelanda del siglo XIX, paisaje que se ha convertido en el sello
indiscutible de la autora.
Nueva Zelanda, 1875. Lizzie y Michael Drury han cumplido el
sueño de tener una granja de ovejas, y ante ellos parece abrirse un
futuro prometedor. Pero su vida se descontrola de repente cuando su
hija mayor, Matariki, es secuestrada por un líder maorí.
Mientras
Michael hace todo lo posible por recuperar a su hija, en la familia
Burton un acontecimiento sorprendente llena de alegría a Kathleen: su
hijo Colin vuelve a Nueva Zelanda. Sin embargo, nadie sospecha las
consecuencias de este regreso...
«Echaron a volar sus cometas y sus sueños hacia los dioses. Y aquellas se llevaron consigo la tristeza.»
Nueva Zelanda, 1899.
El hijo de Lizzie y Michael Drury es enviado como médico a Sudáfrica,
donde se libra la guerra de los Bóers. Pero Roberta luchará para estar
con él a toda costa.
Paralelamente, la joven Atamarie obtiene una
importante victoria: ser la primera mujer que cursa estudios de
Ingeniería en la Universidad de Nueva Zelanda. Desde niña le fascinaron
las cometas maoríes, y ahora esta afición le permite conocer al
pionero de la aviación mundial.
Una emocionante saga familiar sobre aquellos irlandeses que colonizaron oceanía.