Ésta es una novela autobiográfica en la cual Isabel Allende fue
impulsada por la enfermedad de su hija, Paula, postrada en una cama de
hospital; así se desahoga recopilando una serie de hechos recordados en
su momento. La autora ha tenido una infancia muy dura, una adolescencia
llena de pasión y ahora vive feliz siendo una mujer fuerte a causa de
sus vivencias. La estructura interna se divide en diferentes partes en
las que se habla de la enfermedad de Paula (la porfiria), el viaje a
Europa, el matrimonio de sus padres, y explica cómo son ellos y los
diferentes personajes que van apareciendo en la novela, es una novela
muy importante.
La obra muestra la voluntad que ejerce la autora para establecer un
contacto con su hija Paula (de 28 años) enferma de porfiria que tras un
accidente entra en estado de coma. La historia tiene lugar en el día de
la admisión de Paula a un hospital de Madrid, la ciudad donde vivía con
su esposo Ernesto, el 6 de diciembre de 1991. Su madre está al lado todo el tiempo, durante
la hospitalización en la capital española, permaneciendo en un motel de
miserable, donde, en la noche, escribió la novela. El destino de Paula,
sin embargo, empeora cada vez más, y su estancia en el hospital se
convierte en inútil, por lo que se transfiere a la casa de Allende, en
San Francisco, donde puede estar rodeada de amigos y familiares
queridos.
Hay muchos personajes en la novela, puesto que Isabel Allende cuenta
muchas experiencias que va recordando sin una estructura lineal. La
protagonista en el libro, como en muchos otros relatos escritos por
ella, es la autora misma. Tata y la Memé (abuelos de Isabel), su madre,
la figura de su padre y tantos otros dentro y fuera su familia que
fueron cercanos a su formación e historia personal constituyen los
personajes de la novela. El eje lógicamente está en su hija Paula a
quien van dirigidos todas estas memorias.
Quien tenga hijos, encuentra en este libro el retrato del dolor de una madre por el padecimiento de su hija.
Quien tenga hijos, encuentra en este libro el retrato del dolor de una madre por el padecimiento de su hija.
Es tremenda, te conmueve en en lo mas adentro , me gusto mucho, llore mucho y me emociono mucho.
ResponderEliminarConmovedora novela, efectivamente, fue de llorar a moco tendido, pero es que no podía dejar de ponerme en el lugar de madre, y ver morir a un hijo tiene que ser horrible.
ResponderEliminarConchi te he dejado un premio muy adecuado para este blog, creo que te gustará.
Un bico