
Dispara, yo ya estoy muerto, de Julia Navarro, autora de otras novelas de éxito de la narrativa española como La sangre de los inocentes o Dime quién soy,
es la apasionante historia de dos familias que persiguen sus sueños y
luchan por sobreponerse a su propio destino. Una intensa y emocionada
crónica de una saga familiar que ahonda en el vértigo de la condición
humana al tiempo que propone una conmovedora reivindicación de que por
encima de las patrias están las personas. Julia Navarro
propone una ambiciosa novela de personajes, donde sus vidas se
entrelazan con momentos clave de la historia. Varsovia, San Petersburgo,
Jerusalén, París... son algunos de los escenarios de esta novela que,
desde su enigmático título hasta su sorprendente final, esconde más de
un misterio, mucha aventura y emociones a flor de piel.
Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse uno mismo es muriendo o matando. Marian Miller, cooperante de una ONG, debe realizar un informe sobre los asentamientos ilegales de los judíos en territorio palestino. Para ello pretende recoger las versiones de ambos lados, una decisión que la llevará a citarse en Jerusalén con Ezequiel Zucker, un anciano que tiene, como tantas personas, muchas cosas que contar e, incluso, algún secreto que ocultar... Así, como si se tratara de un enorme puzzle en el que encajar muchas y complejas piezas, el viejo Ezequiel le irá relatando la historia de su familia, mientras ella le ofrecerá la versión árabe.
Dispara, yo ya estoy muerto, es una gran novela que desde su enigmático título hasta su inesperado final, alberga más de una sorpresa y emociones a flor de piel.
Me ha gustado mucho, lo recomiendo !!!!!!!!
Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse uno mismo es muriendo o matando. Marian Miller, cooperante de una ONG, debe realizar un informe sobre los asentamientos ilegales de los judíos en territorio palestino. Para ello pretende recoger las versiones de ambos lados, una decisión que la llevará a citarse en Jerusalén con Ezequiel Zucker, un anciano que tiene, como tantas personas, muchas cosas que contar e, incluso, algún secreto que ocultar... Así, como si se tratara de un enorme puzzle en el que encajar muchas y complejas piezas, el viejo Ezequiel le irá relatando la historia de su familia, mientras ella le ofrecerá la versión árabe.
Dispara, yo ya estoy muerto, es una gran novela que desde su enigmático título hasta su inesperado final, alberga más de una sorpresa y emociones a flor de piel.
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